Proclamamos y vivimos la libertad de conciencia; el derecho de cada creyente en ejercer juicio propio y expresar su opinión. Esta libertad se ejerce con respeto, responsabilidad y tolerancia (Juan 8:32). Además defendemos la libertad religiosa como fundamento de esta libertad de conciencia. Colaboramos con otras iglesias y comunidades cristianos genuinas para la efectividad de nuestro ministerio y testimonio.